Me acaba de comunica el P. Roberto Gutiérrez esta noticia, que, por nuestra presencia en A Coruña y nuestra propuesta de seguir prestando un servicio pastoral a los peregrinos en la catedral de Santiago, nos afecta directamente. Es un buen momento para orar por la Diócesis de Compostela y por su nuevo obispo auxiliar. Gracias, Roberto, por el detalle.

Yo sigo en Tucumán, donde la situación que se vive en la calle es grave. Los policías están en huelga. Y son muchos los que aprovechan esta situación para saquear almacenes y tiendas. Los tiros se oyen cerca de nuestra casa. La violencia se respira en el ambiente. La gente tiene miedo y está encerrada en sus casas. Nosotros estamos bien. Todas las reuniones están suspendidas. Ahora, cuando íbamos a orar por la paz en la ciudad -ya han muerto varios- en una convocatoria conjunta de los líderes religiosos, nos han comunicado que también este encuentro de oración se ha suspendido por la inseguridad, la imposibilidad de utilizar el transporte público, el miedo. Dentro de nuestra parroquia están algunas de las villas donde el conflicto es más intenso. Aún así, los jóvenes siguen dando un paso hacia adelante para promover la educación de los niños y darle la vuelta a un país que se rompe en estos momentos por la violencia, la corrupción, la inseguridad. Estos jóvenes, y todos los hombres y mujeres de buena voluntad, son nuestra esperanza. La gente se vuelve a Dios y ora buscando un mañana mejor que cambie atardeceres tan oscuros. Un abrazo. Pedro, provincial.