Los dos carmelitas, los dos burgaleses, los dos misioneros, los dos enamorados de su vocación, los dos entregando su vida a manos llenas por la Iglesia, los dos capaces de conectar desde la altura con los que comienzan el camino, los dos con una experiencia de Dios que los hace muy humanos, los dos con el sentido del humor a flor de piel cantando cada día el "nada te turbe", los dos con la sonrisa fresca a pesar de los arañazos recibidos en la vida, los dos con dones de autoridad para la animación de los hermanos, los dos con una ilusión y una alegría que no se dejan horadar por el escepticismo, los dos muy teresianos, los dos muy de Cristo. Para ellos nuestra más cordial felicitación. Para ellos nuestra oración agradecida ante el Dios que llama a quien quiere y hace maravillas en sus elegidos. Para Isamis y para el Vicariato de Uruguay-Paraguay-Bolivida también muchas felicidades. Los hermanos y hermanas de la Provincia unimos nuestras manos para abrazar a estos dos frailes en quienes el Señor tanto nos ha dado y nos sigue dando.