Montevideo
Estimados
hermanos,
Como
señalaba el cronista de los hermanos del Noviciado, ayer tuvimos la alegría de
la profesión religiosa de nuestros hermanos Juan y Francisco. El primero
realizó su primera renovación y el segundo concluyó el noviciado con la
profesión.
Fue
una jornada para agradecer al Señor, el motivo era que después de muchos años,
un joven uruguayo estaba abrazando nuestra familia realizando su consagración
al Señor a través de los votos. La ceremonia tuvimos en nuestra casa de
postulantado, en el Prado. Presidió la eucaristía Mons. Raúl Scarrone, obispo
emérito de la diócesis de Florida-Durazno. Fr. Jorge, nuestro Vicario, en la
homilía agradeció a nuestro Buen Padre por don de la vocación de los hermanos y
nos alentó a seguir soñando por un Carmelo fructífero en esta tierra. Pancho,
por su parte, agradeció a Dios por la historia de cercanía y presencia que
sintió en su vida. Agradeció a todos sus familiares, a sus amigos y todos los
carmelitas, tuvo un recuerdo muy particular al padre Julio Félix, ya que fue alguien
quien soñó con este presente alentador del Carmelo uruguayo con las nuevas vocaciones que van surgiendo.
Este
año jubilar teresiano y de la vida consagrada, como carmelitas sentimos la
presencia de Jesús que nos va confortando con nuevas vocaciones y ponemos
nuestro servicio en las manos maternales de la Reina y Hermosura del Carmelo. ¡Recen
siempre por nosotros!
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