Gijón
Un nuevo curso de catequesis queda atrás. Dejaron un grato sabor de boca las "Confirmaciones" y las "Comuniones", fruto gozoso de todo el trabajo sembrado en niños y adolescentes a lo largo del año, aunque al final tengamos que decir aquello del evangelio: "siervos inútiles somos; hemos hecho lo que teníamos que hacer", porque en definitiva es Dios quien pone fecundidad en nuestras tareas. Y para cerrar las actividades, una convivencia campestre, compartiendo pequeños y grandes misa, mesa, juegos y diversiones, aunque para ello tuvimos que desafiar a la lluvia. Pero nuestra Virgen de Begoña acompañó nuestra jornada y nos regaló ya al mediodía un sol que hizo más gratificante el paseo. Día señalado, precisamente el 31 de mayo, festividad de la Visitación de María a su prima Isabel; día propicio para agradecer al Señor, con María y como María, las maravillas que Dios ha obrado en nosotros y, a través de nosotros, en los niños que Él nos encomendó y con sus respectivas familias.
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