Gijón
Porque el carisma carmelitano lleva en su esencia la dimensión misionera, no podemos pasar por alto la celebración que la Iglesia nos brinda este fin de semana. Está en conocimiento de todos que este cuarto domingo de enero, día 27, en España celebramos la Jornada de la Infancia Misionera. Su lema es: “con los niños de Europa… acogemos a todos como Jesús. Esta jornada tiene, según entiendo, un doble objetivo: por un lado, ayudar a los pequeños, y nosotros, los mayores, con ellos, a tomar conciencia de su implicación misionera como discípulos de Jesús que son, explayando su conciencia y su mirada hasta hacerlas universales; por otro lado, descubren y nos ayudan a descubrir ese mundo silenciado en que otros niños como ellos viven situaciones inhumanas que les (nos) mueven a compasión y a un compromiso de justicia y solidaridad.
Las
cifras escandalosas de tantos niños envueltos en miseria y sufrimiento que tan
frecuentemente nos llegan por los medios de información a nuestro alcance,
ponen de manifiesto que hoy más que nunca los niños del mundo necesitan unos de
otros. Ellos pueden sentir la necesidad de apoyarse y ayudarse. Es cierto que
no pueden eliminar el sufrimiento de quienes padecen la marginación y el
hambre, pero pueden vivir la experiencia de abrir los brazos y el corazón para
acoger a los demás como lo hizo Jesús. El corazón de un niño no tiene fronteras.
En el vínculo del final tienen a disposición el material
(cartel, oración, liturgia, vídeo…), que pueden descargar y utilizar. En nombre
de Santa Teresita, patrona de las misiones, un saludo cordial.
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