sábado, 18 de mayo de 2024

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Superior Provincial



Felicidades al P. Norberto, Decano de la Provincia

No sé si fueron las nieves del Mampodre las que te hicieron fuerte como un roble; no sé si fueron los ricos pastos de tu pueblo los que te dieron tanta fortaleza; no sé si fue la fe recia de tus padres la que empujó imparables tus pies de misionero. No lo sé.

Pero sí sé, y sabemos todos, que te hemos visto muchos amaneceres abriendo brechas por doquier al Evangelio, que te hemos visto recrear con dones sembrados en tu debilidad a los hermanos que estaban a tu lado, que te hemos visto, sin volver la vista atrás, recrear con la esperanza el horizonte.

Sí sé, y sabemos todos, que no te has guardado nada para ti, lo has dado y lo das todo, -¡cuánto perdón y gracia recibidos en la oración y dados a manos llenas en misión-, que has compartido con la gratuidad de las fuentes que riegan los valles frondosos de tu pueblo toda esa sencilla y eficaz sabiduría que el Espíritu te ha dado hora tras hora.

Sí sé, y sabemos todos, que te has reído de los miedos y has afrontado las dificultades de la vida con una valentía infrecuente, que has abierto surcos en la tierra donde la obediencia te ha enviado.

Sí sé, y sabemos todos, que todo tu ser es para Dios, pues a Él te consagraste por entero, a Él y a la Señora del Carmelo, desde las primeras luces de la aurora.

Ahora, cuando los años ya pesan en tu cuerpo, tan partido en mil eucaristías hechas vida, volvemos contigo los ojos al Dios grande para darle las gracias por tu vida, tan fecunda en España y las Américas.

Eres el Decano de la Provincia, pero en ti seguimos descubriendo los ojos inocentes, generosos, de aquel niño que corría tras los jatos por la calles y valles de Acebedo. Gracias, Norberto.

Eres el Decano y a ti acudimos para que partas con nosotros tu capa de profeta, pues necesitamos tu aliento, tu fe recia, tu estilo fiel de vivir de carmelita.  Antes de irte, dinos lo que sabes, compañero, hermano, amigo y testigo fiel de tantas cosas.

¡Felicidades, Norberto! Todos los hermanos y hermanas de la Provincia, con toda tu familia y amigos, nos unimos gozosos a tu fiesta. Que Dios te bendiga y tú sigas bendiciéndonos desde la atalaya de tus noventa y dos años.



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