Cochabamba -S. Antonio
Este testimonio nos habla del ejemplo de vida que nos dejo el Padre Jesús Arroyo, pues el mismo lo escribió hace varios años, su radicalidad nos da la certeza que esta junto a su patrona, la patrona de las misiones pidiendo por nosotros.
….Cuando se ha hecho camino, cambia el sentido del dolor, que es algo
propio de la realidad humana. La novedad está en que se comprende mejor el
valor del sufrimiento y se llega a sentir atracción por él. Ya no se trata de
un sin sentido, sino que tiene su puesto en la misión porque el sufrimiento,
una vez aceptado, exige el amor y este nos remite a la misión, a la donación
por los demás; no es sino la cruz como medio de salvación de todos. Por otro
lado, aunque parezca paradójico, en la realidad conflictiva que vivimos, el
dolor aceptado nos hace crecer. Lo podemos vivir en una entrega radical de la
vida, pero también a través del
sacrificio y la renuncia en las pequeñas cosas. Teresa lo ha percibido con
claridad:
"Veo que sólo el sufrimiento es capaz de engendrar almas, y más
que nunca se me pone de manifiesto la profundidad de estas palabras de Jesús:
"En verdad, en verdad os digo, que si el grano de trigo al caer en tierra
no muere, permanece solo; pero si muere, produce mucho fruto. Si así se da, los
carmelitas en Sucumbíos estaremos colaborando con el Señor de la historia a
desencadenar, estimular y acompañar un proceso de nueva evangelización desde el
aporte de nuestro carisma concreto a la marcha de esa iglesia particular. Que
así sea