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Cochabamba -S. Antonio



Destacado Apostolado de monseñor Gonzalo del Castillo Crespo

Agencia de Noticias Fides

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La Paz, 15 jun (ANF).- Este viernes, monseñor Oscar Aparicio Céspedes tomó posesión del Ordinariato Castrense.  Con el grado de  Capitán de Navío Honorífico, el pastor episcopal recibe una grey superior a 80.000 uniformados, entre militares y policías, y otros miles de jubilados y en la reserva activa, además de los familiares 

En solemne ceremonia realizada en la Catedral Castrense de Nuestra Señora de Luján, monseñor Aparicio confirmó su fe y asumió la responsabilidad de pastar a las ovejas uniformadas, le acompañaron en la Eucaristía de posesión los Arzobispos de Sucre, La Paz, Coadjutor de Santa Cruz y Cochabamba, monseñores Jesús Pérez, Edmundo Abastoflor, Sergio Gualberti y Tito Solari,  respectivamente.

Después de doce años a cargo de la grey uniformada, monseñor Gonzalo del Castillo transfirió el Obispado Castrense, como parte de esta entrega presidió la primera parte de la Eucaristía hasta la profesión de fe de su sucesor. En la homilía agradeció a la Iglesia, al Santo Padre a los fieles y pidió perdón a Dios y a los creyentes por cualquier daño que haya cometido, y ofreció su colaboración a monseñor Aparicio.

CEREMONIA

A las 10:00 de la mañana, comenzó la ceremonia de posesión con la concelebración de la Eucaristía, en la que participaron los fieles de la parroquia de la Virgen de Luján, el Alto Mando Militar y Policial, oficiales y cadetes de las Fuerzas Armadas y de la institución del orden, además de Agregados Militares.

La bienvenida como Obispo Castrense de Bolivia fue brindada por el Contraalmirante Ariel Limpias, Jefe del Departamento V de la Armada Boliviana, quien le impuso el Grado y le deseó: “Buen viento, buena mar y que de aquí a buenos años usted llegue a buen puerto” como el General de Brigada Gonzalo del Castillo.

 

El Grado de Capitán de Navío Honorífico se enmarca en el acuerdo entre la Santa Sede y la República de Bolivia, suscrito el 1 de diciembre de 1986 y en los reglamentos de las Fuerzas Armadas, señala la Resolución de la Armada Boliviana 060/12, que fue leída en la ceremonia.

 

En tanto que el Secretario de la Nunciatura Apostólica, monseñor Simón Bolívar, leyó el nombramiento de Obispo Castrense,

Monseñor del Castillo le entregó el Báculo y le invitó a tomar posesión de su Catedral. En tanto que los capellanes, diáconos permanentes, seminaristas castrenses, ministros laicales, religiosas y  grupos de pastoral realizaron el acto de obediencia y apoyo al nuevo Obispo Militar.

El Arzobispo de La Paz agradeció al nuevo administrador apostólico del Obispado Castrense de Bolivia por los años que estuvo al servicio de ésta, señalando que comparten jurisdicción y al mismo tiempo la parroquia de Nuestra Señora de Luján es parte de la arquidiócesis.

Cariño, estima  y un gracias profundo fueron las razones que congregaron el pasado miércoles en la Catedral Castrense Nuestra Señora de Luján a  diversos grupos y movimientos apostólicos, sacerdotes, religiosas, miembros de las fuerzas castrenses y sus familias,   así como amigos y personas que conocieron de cerca el trabajo misionero de su guía espiritual en la Diócesis Castrense, Monseñor Gonzalo de Castillo.  En este marco amable y familiar se celebró la eucaristía de acción de gracias por los doce años de servicio episcopal  dedicado a la atención y acompañamiento espiritual de policía y militares.

 

Reproducimos saludos  de integrantes y colaboradores de la diócesis castrense dedicada a Monseñor Gonzalo.

 P. Ignacio Roca, Capellán de la Policía Boliviana en Santa Cruz

Agradecer a Monseñor Gonzalo que para mí es un gran amigo, un padre y hermano. Yo conocí a monseñor Gonzalo  antes de que fuera nombrado obispo  castrense, son muchos años de trabajo y servicio dedicados al pueblo de Dios y la atención de militares y policías. 

 

Gilian Tórrez, responsable de comunicación del Obispado Castrense

Doy gracias a Dios por la vida de monseñor Gonzalo del Castillo  que a través de toda la pastoral evangelizadora que ha impulsado en los cuarteles y unidad militares y policiales he tenido la experiencia de comprender lo que es “remar mar adentro”. Doy gracias a Dios por este trabajo junto a él y encomendarlo a María Santísima bajo  la advocación del Carmen y Copacabana para que lo acompañe y bendiga. Es una nueva etapa para la diócesis castrense donde podremos también recoger los frutos de servicio y dedicación que Monseñor Gonzalo ha depositado.

  

 

P. Juan Ruiz, Directo del Hospital Psiquiátrico San Juan de Dios (La Paz)

Conozco a Monseñor Gonzalo y destacó su gran labor realizada por las Fuerzas Armadas y la Policía, ha cumplido sus obligaciones con mucha responsabilidad, es una persona muy amable, cercana, es un hombre de Dios amante de la Virgen María y que la tiene presente siempre en su vida religiosa.

Deseo lo mejor para el en esta nueva  etapa  y sabemos que nos seguirá acompañando. Que El Señor lo bendiga.

 

Antonio Sansetenea, Presidente del Consejo Parroquial de la Catedral Castrense

Colaboró en la catedral Castrense cerca de catorce años y he tenido la suerte y oportunidad de hacerlo con nuestro estimado monseñor Gonzalo quien en los doce años ha sido para nuestra comunidad una guía espiritual en especial para las familias de militares y policías.

En este tiempo nuestro Obispo ha trabajado incansablemente en la pastoral militar haciendo énfasis en un triangulo que tenemos presente, un triangulo donde esta Dios, los padres  y los hijos como fundamento de familia.

 

P. Raúl Bautista, capellán militar en Tarija (Parroquia San Jerónimo)

Quiero compartir a experiencia misionera que he visto y compartido junto a monseñor Gonzalo, el siempre ha destacado por ser un gran misionero, las misiones marianas  que ha impulsado dejan mucha huella en nuestras comunidades en especial las familia policial y militar.

 

P. Javier Miranda, capellán militar en Cochabamba  (Parroquia El Carmen)

Es un gusto comentar algunas vivencias que he vivido con Monseñor Gonzalo, recuerdo con cariño el reciente retiro que como presbiterio hemos tenido este año en Tolata, en este espacio monseñor Gonzalo compartió su experiencia sacerdotal y a la vez nos hizo reflexionar sobre los momentos positivos y negativos que uno pasa durante la vocación sacerdotal.

 

Hna. Filka, superiora en Bolivia. Congregación Hijas de la Misericordia

La gracia que el Señor nos ha concedido de conocer y compartir junto a Monseñor Gonzalo, como comunidad religiosa estamos agradecidas por su labor pastoral que realizamos. Nuestra presencia como comunidad en la diócesis es desde el 2003, llegamos a invitación de él para ayudar en el servicio militar.

Resaltó muchos detalles como pastor, hemos visto su acogida y apertura, su serenidad, el hecho de compartir y comprender nuestra labor, siempre tuvimos mucho dialogo.

Desde un inicio de nuestro servicio lo hemos sentido muy cercano a la comunidad y apoyo incondicional a nuestra labor religiosa.

 

P. Ruri Joel, Párroco en la comunidad Virgen de los Remedio (La Paz)

Monseñor Gonzalo del Castillo es el segundo obispo militar y el asumido el año 2000 esta tarea. Son doce años que ha conducido el barco de la diócesis y hemos tenido importante avances dentro del ordinariato como ser las misiones marianas que se realizan cada año. El es un pastor que sirve con humildad y nos anima a continuar en este servicio.  Le hemos expresado el deseo como presbiterio que no se aleje de nosotros ahora que pasa ha ser emérito sino al contrario toda esa experiencia que tiene porque sin duda tenemos mucho que hacer al interior de las unidades militares y propiamente un pastor un obispo militar como Monseñor Gonzalo deseamos que siga con nosotros.

 Ver un homenaje en http://www.youtube.com/watch?v=7PBTQQbDOFo



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