Gijón
ENCUENTRO DE SUPERIORES
Como estaba programado los días 13 y 14 de marzo nos dimos cita en Burgos los Superiores locales junto con el Provincial y sus Consejeros, para intercambiar experiencias y animarnos mutuamente en esta labor tan importante como es la animación comunitaria. Antes de pasar a contaros un poco en qué consistieron nuestras sesiones de trabajo, quisiéramos compartir con todos vosotros nuestra gratitud hecha alabanza y acción de gracias por este día y medio de convivencia. El buen ambiente que ha reinado en todas nuestras sesiones, así como en las celebraciones, es una bendición que hemos podido saborear, sabiendo que nosotros no éramos, sino representantes de todos vosotros nuestros hermanos; y allí os tuvimos muy presentes.
Nuestro P. Provincial nos dio la bienvenida a los 10 Superiores y a los Consejeros Provinciales que no son Superiores, peros sobre los cuales recae igualmente la misión de animar y alentar a las Comunidades de la Provincia en los diversos campos de trabajo. Comenzó el P. Provincial leyendo uno texto del libro de las Fundaciones de nuestra Santa Madre, donde nos anima a mantener la ilusión y entrega en este servicio que se nos ha pedido. Después de sus palabras, pasó a presentarnos a quienes nos iban a dirigir el trabajo de esa mañana: el P. Miguel Márquez, Provincial de Castilla y el P. J. L. Frontela de la Comunidad de Valladolid. El P. Miguel Márquez nos habló de: “Animar la comunidad, desde el cuidado de nosotros mismos”, fijándose en esta seis palabras: Agradecer, animar, auscultar, informar, dialogar y afrontar. Todas ellas importantes en este servicio de ser animadores de la Comunidad. Después de un diálogo y un descanso, toma la palabra el P. J.L. Frontela, que de una manera magistral nos hace un bello recorrido por nuestras Constituciones y Normas Aplicativos de nuestra función como servidores de la Comunidad. Podríamos titular la ponencia de esta manera: “La sabiduría de nuestra tradición y nuestras leyes”. Se crea un diálogo muy hermoso y rico al ver el magisterio no sólo legislativo sino también carismático o espiritual que encontramos en nuestras Constituciones. (Tanto estas charlas, como el taller que impartió la Hna. Teresa Gil por la tarde, se pueden ver en la página web de la Provincia, sección documentos). Había que reponer fuerzas y por ello nos dirigimos al comedor. Desde aquí queremos agradecer al P. Pedro Sáez y al equipo de cocina todas sus ricas y sabrosas atenciones.
A las cuatro de la tarde nos volvíamos a encontrar en nuestra sala de reuniones, esta vez con la Hna. Teresa Gil, STJ, del equipo Nudo de las teresianas. Nos hizo trabajar a través de los textos de nuestra santa Madre, Teresa de Jesús. Nos reencontramos con una Teresa que nos cautiva por su actualidad, frescura, cercanía, maestra, modelo… ¡Uno se queda sin palabras! El taller llevaba por título: “Teresa de Jesús, un modo de acoger la vida. Acompañando la vida”. Sirviéndose de escenas de la película “Invictus” y de una serie de textos teresianos, nos hizo trabajar también sobre unas palabras claves en nuestra labor, que estuvieron presentes en la vida y labor de Teresa de Jesús. Esas palabras son las siguientes: Mediar, clarificar, vincular y discernir. Fue un trabajo donde no faltó el diálogo, bien en el grupo grande, bien en pequeños grupos. Todos acabamos alabando la riqueza y claridad extraordinarias.
Y qué mejor descanso que pasarlo junto al Señor y así nos disponíamos a las 20,00 hs. a celebrar la eucaristía acompañada del rezo de vísperas. Nos presidió la Eucaristía el P. Pedro Tomás Navajas, quien después de unas breves palabras, nos invitó a interiorizar todo cuanto habíamos vivido en ese día. Dejar que todo ello empapara nuestro corazón, para que pudiera fructificar en nuestra vida. Así se pasó el día, cuya densidad rumiábamos en la noche, haciéndonos eco de todo lo vivido.
Y finalizamos el día con un pequeño, pero gratificante encuentro con nuestros hermanos de la enfermería, a los que con mucho cariño saludamos y nos recreamos, dando la bienvenida al P. Simeón y deseando especialmente una pronta recuperación al P, Tomás.
Saludábamos el nuevo día, miércoles 14, congregados en la Capilla, para cantar las maravillas del Señor. En este día nos presidió la Eucaristía el P. Carmelo, Superior de la Comunidad Virgen del Carmen de Burgos y Vicario Provincial. El texto bíblico propuesto por la liturgia, nos habla de la ley y del espíritu, y el P. Carmelo nos indicaba de cómo la ley tiene que ir teñida del espíritu, que es quien da vida, fuerza y belleza a la ley.
Nos volvíamos a encontrar a las 10,00 de la mañana para compartir, ahora solo nosotros, nuestras luces y sombras en este camino. Tras la lectura teresiana compartida (F 23, 1-8), cada Superior fue exponiendo de una manera clara, sencilla y con mucho respeto, como se sentía en este servicio, las luces y sombras que encontraba en él.
El P. Provincial dio lectura a unos números de la carta de N. P. General “De statu Ordinis”, emanado del Definitorio Extraordinario celebrado en el mes de septiembre en Italia. Nos recordaba que el superior tiene que conocer sus funciones desde dos dimensiones: la jurídico-administrativa y la pastoral-formativa.
Llegó el momento de las distintas informaciones por parte de los Consejeros en sus áreas de trabajo, del Secretario Provincial, Bibliotecario provincial, y del mismo P. Provincial. Éste nos informó de los trabajos que se están llevando a cabo para conquistar la deseada y planificada reestructuración de las Provincias de la Ibérica, formando una sola Provincia.
Son muchos los detalles y fechas a recordar y dado que queremos publicar esta noticia este mismo día, dejo a los superiores esa información de fechas a recordar.
Quisiera concluir esta pequeña y sencilla crónica agradeciendo de todo corazón todo lo vivido en estos días. Nuestro estilo de hermandad, el recorrer juntos un camino, que a veces se nos antoja lento, pero igualmente hermoso, el hecho de que nos veamos a todos aportando lo mejor de sus vidas a la causa común de la Fraternidad Teresiana Comunitaria, son motivos para dar continuas gracias a Dios. Que el Señor en su infinita misericordia siga bendiciendo a esta nuestra familia del Carmelo teresiano.
Fr. Roberto Gutiérrez
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