Burgos -Cdad. Monte Carmelo y Colegio
TREINTAÑERA.
Al cronista nunca le gustaron un pelo aquellos versos del poeta pesimista que hablaba de que los treinta años recién cumplidos le habían traído una patética experiencia: "Quién diría -que tuviera al cabo de ellos - si no blancos los cabellos - el alma apagada y fría". ORAR, una criatura de oro, cumplió ayer esos treinta años de casi madura adolescencia. Se conserva joven y vibrante como en aquellos lejanos días en que nació solicitando casi permiso para nacer porque no todo el mundo se sentia feliz y esperanzado con su llegada a la pastoral de la oración. Hubo alguien que creyó en ella y le ayudó a nacer, Desde aquí se felicita a
Fernando Domingo, al mando del timón de una revista viva que sigue creyendo en su propia vivacidad y en su beneficio de espíritu sobre tantas gentes orantes que reciben con ORAR un estímulo y una página de belleza interior. Porque ésa es otra: lo bien hecha que está ORAR. De nada, director. Usted sí que vale.