Ayer, celebró Villasandino la fiesta de su 'ilustre' huésped y amigo, Hº san Rafael Arnáiz. Con este motivo, meses anteriores, convocaron un concurso literario sobre su figura, espiritualidad, etc, al que concurrieron alrededor de treinta trabajos. El P. Antonio Mingo aportó su granito de arena y tuvo la fortuna de que su trabajo que llevaba por título "El último éxodo hacia lo infinito" obtuviera el 2º premio. El trabajo en sí glosaba el viaje que Rafael, acompañado de su hermano Leopoldo, hizo de Villasandino a la Trapa el 15 de diciembre de 1938. Y en sus ensoñaciones, rodando la carretera, escribía en el aire una carta dirigida al beato Eufrasio. Objetivo del trabajo era precisamente 'descubrir' la relación de amistad por un lado y el trato espiritual, mediante la confesión,  que existió entre ambos. El primer premio recayó en Carmen Argüelles Merino, beneficiaria del milagro que sirvió para la beatificación del hoy canonizado Hº San Rafael.

La fiesta, amén de la solemne celebración erucarística, estuvo jalonada por el descubrimiento de una lápida en que se declaraba hijo predilecto de Villasandino al trapense que da luz al pueblo. Cerca de la casa donde pasó temporadas Rafael con su familia.