Cómo no recordar la alegría de Mercedes, jugando con los niños y niñas del Hogar Infantil en Lago Agrio... Desde la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos damos gracias a Dios por su vida y por su vocación misionera, como buena Carmelita, hija de la Madre Teresa. Y nos unimos en la oración a todo el Carmelo Boliviano, compartiendo la esperanza que animaba a Mercedes y que esperamos nos anime a todos y a todas.