A las hermanas y hermanos: Paz, la paz de Jesús que se hace presente en medio de nosotros. Seguimos avanzando en el Capítulo y el Espíritu sigue manteniendo en nosotros la alegría y la capacidad de soñar los nuevos caminos que tiene preparados para los más pobres y pequeños de la tierra. La Santa Madre Teresa, tan presente en nuestra aula como si fuera una capitular, nos regala hoy una de sus perlas: la importancia de la recreación, de reír juntos, de descansar junto a los hermanos, de estar con el Señor que es fuente de aguas vivas donde se reparan nuestras fuerzas y tienda de acogida que libra de todos los peligros. Por eso, hoy interrumpimos los trabajos capitulares en el aula para continuar el Capítulo en dos jornadas festivas. Todo es importante. Visitaremos Coimbra, Porto, Marco de Canavese y tantos lugares bellos como hay en Portugal.

Aunque no hemos hecho expresa mención, durante todos estos días, están muy presentes las Carmelitas. Sin ellas, ¿qué somos nosotros? Ellas son el precioso regalo que nos hizo la Madre Teresa. Y, cómo no, también están muy presentes nuestros hermanos y hermanas del Carmelo Seglar. Tanto las monjas como los laicos carmelitas se harán presentes en el Capítulo la próxima semana, pero ya están presentes, siempre lo están, en nuestro corazón. Caminamos juntos.

Os queremos también compartir que las elecciones de ayer de Definidores han dejado un clima de paz y de alegría en el Capítulo. Todos tienen ganas de vivir y trabajar por el bien de la Orden, o sea, por el bien de la Iglesia. ¡Qué alegría hemos experimentado con la elección de nuestro hermanos Marcos!

Una vez que hicieron su labor, ya se marcharon Aniano, Javi Sancho y Ernesto Ferreira. Los tres han dejado buen eco en el Capítulo. Nos alegra que sean de los nuestros.

Los tres que seguimos aquí os deseamos un feliz fin de semana, un feliz domingo, en la vida de comunidad y en las tareas pastorales que lleváis a cabo en cada una de las comunidades.  Que el Señor Jesús, que se presenta en medio de nosotros con las manos y los pies abiertas, nos deje a todos como regalo la paz y la alegría. Un abrazo para todos, especialmente para los hermanos y hermanas enfermos, para los hermanos y hermanas que dan sus primeros pasos en nuestra familia del Carmelo. Hasta el lunes. Un abrazo entrañable: Carmelo, Gabriel, Pedro