¡Nos ha tocado un lote hermoso! Nuestra vocación es la alegría. Nuestro estilo de vivir es la alegría. Nuestro anuncio es la alegría. Nustra misión en medio del mundo es la alegría. Vivimos el gozo de la Pascua con toda la Iglesia, que como esposa engalanada con los dones de la Pascua, se alegra con su Amado Cristo. Vivimos esta insospechada alegría en unión con todas las hermanas y hermanos de la Provincia, con nuestras familias, con nuestros amigos, con todos los pobres y pequeñitos de la tierra, con toda la creación, porque tanto gozo rompe los moldes del individualismo. Los sepulcros donde se esconde la vida se quedan vacíos, los ropajes viejos están por los suelos. Cristo nos regala vestidos nuevos y una forma de vivir en libertad y dignidad, comprometidos desde Galilea en las tareas del Evangelio. Ya no es tarde para el Reino; es madrugada para el Reino, porque una mujer madrugó para buscar a su Señor y se encontró con que el Señor, por el amor loco de Dios por nosotros, había madrugado más y tenía preparado otro perfume, otra alegría. Gloria al Padre que nos ha mostrado hoy la gran maravilla de su poder levantando a Jesús de la muerte y colocándolo como Señor. ¡A El la gloria por los siglos! Desde el santuario de El Burgo de Osma, donde la Virgen tiene un rostro de alegría impresionante, con los hermanos y las hermanas que aquí viven la alegría de la Pascua, un abrazo pascual entrañable para todos. Pedro, provincial.