Gijón
Ayer, sábado 21, la Parroquia se vestía de colorido y fiesta. La catequesis se vio transformada en un alegre carnaval. Y los niños disfrazados de todo lo que se puede imaginar, tras un concurso-desfile para entresacar a los ganadores, participaron como de costumbre, de la Misa. Es el momento que recoge la foto. Y luego un sabroso compartir los alimentos típicos de esta tierra asturiana y de estos días de carnaval. Una fiesta con la bendición de Dios, que, estoy seguro, alegra el corazón del Señor al vernos alegres a nosotros sus hijos.