Soria
Otra vocación especial, que ocupa un lugar de honor en
Recordando la recomendación de Jesús: «La mies es abundante, pero los obreros son pocos. Rogad por tanto al dueño de la mies que envíe obreros a su mies» (Mt 9,37), señalamos vivamente la necesidad de orar por las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. No es de sorprender que donde se reza con fervor, florezcan las vocaciones. La santidad de
Padre,
haz que surjan entre los cristianos
numerosas y santas vocaciones al sacerdocio,
que mantengan viva la fe
y conserven la seductora memoria de tu Hijo Jesús
mediante la predicación de su palabra
y la administración de los Sacramentos
con los que renuevas continuamente a tus fieles.
Danos santos ministros del altar,
que sean solícitos y fervorosos custodios de la Eucaristía,
sacramento del don supremo de Cristo
para la redención del mundo.
Llama a ministros de tu misericordia
que, mediante el sacramento de la Reconciliación,
derramen el gozo de tu perdón.
Padre,
haz que
las numerosas inspiraciones del Espíritu de tu Hijo
y, dócil a sus enseñanzas,
fomente vocaciones al ministerio sacerdotal
y a la vida consagrada.
Fortalece a los obispos, sacerdotes, diáconos,
a los consagrados y a todos los bautizados en Cristo
para que cumplan fielmente su misión
al servicio del Evangelio.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
María Reina de los Apóstoles, ruega por nosotros.
Benedicto XVI
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